Jul
Los santos de la puerta de al lado
0 comentarios¿Quién no tiene un santo de peculiar devoción? ¿Ese que es un buen ‘influencer’ en asuntos privados o necesidades personales? Hay santos especializados en toda clase de necesidades humanas. Y hay muchos especializados en toda clase de situaciones de la vida corriente. Son conocidos de todos. Pero yo quiero hoy referirme a otra clase de santos. Son los que nadie invoca y de los que solo Dios conoce su santidad y la Administración estatal su Documento Nacional de Identidad. Pero la importante es su grado de humanidad y de reconocimiento de que Dios es conocido y amado en el comportamiento de su vida entera por muy vulgar que parezca. Son vidas socialmente irrelevantes pero religiosamente dignísimas, de santidad oculta para todos menos para Dios. En una palabra, son “los santos de la puerta de al lado”, como los ha llamado el Papa Francisco.
¿Para qué esforzarse en describir esos santos de la puerta de al lado cuando el mismo Papa lo ha hecho de manera certera: «Me gusta ver la santidad en los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante cada día, veo la santidad de la Iglesia militante» (Exhort. Apost. Gaudete et exsultate, n. 7). Eso es lo que quiero decir yo, pero no lo sé decir tan bien como lo hace el Papa Francisco.