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Blog Buscando a Dios

Antonio Osuna Fernández-Largo O.P.

de Antonio Osuna Fernández-Largo O.P.
Sobre el autor

13
Mar
2017
No tengo tiempo ni pa' respirar
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Eso me decía una persona. Comprendo su situación: hay que aprender a servirse de las invenciones tecnológicas en continuo aumento, hay que perfeccionarse en maestrías, cursos posgrado, formación permanente, postgrados,  marketing, especialidades, pasarelas, máster, cursos de reciclaje…. Me dan lástima los médicos que dejaron de estudiar cuando acabaron la carrera, los abogados que creen que con la carrera de derecho lo saben todo,  los técnicos de aviación que aprendieron con aviones que ya no se usan, los impresores  que solo conocen la vieja linotipia. Hoy hasta a los aspirantes a barrenderos se les exige conocimiento del inglés. Si no hay tiempo para nada. ¡Y, para colmo, hay curas que tardan una hora en decir la misa! Y me vienes ahora hablando de una nueva especialidad que hay que cultivar: buscar a Dios.

Pues, no. No propongo una nueva especialidad que necesite de cursos de especialización  ni de un nuevo máster ni de ejercicios espirituales anuales. Es solo vivir consciente y razonablemente. Y tomar las grandes decisiones de la vida (elegir profesión, estado de vida, solidaridad con los demás), consciente de que uno no es el centro del universo, que ha sido creado por alguien que está sobre mí y que la vida me pone en situación de escoger el bien y no el mal y practicar la justicia para con todos y no aprovecharse de los demás y ganarse honradamente el pan de cada día. Es lo que hace todo el mundo que se siente humildemente responsable, aunque carezca de tiempo para otros menesteres. Eso es una vida en búsqueda de Dios. Y, si además tienes la suerte de enterarte que hubo una persona, Jesús, que habló en nombre de Dios y nos salvó a todos, pues… miel sobre hojuelas.

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7
Mar
2017
Los católicos, cada vez menos en proporción
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Veo una estadística de los católicos que hay en el mundo. Son 1.228.621.000. Los católicos han aumentado en quince millones desde la anterior estadística. Pero resulta que el aumento de la población mundial ha sido de  90 millones de personas en ese mismo tiempo. Total: que el número de católicos disminuye sucesivamente en comparación al aumento de la población mundial; es decir, que los católicos somos cada vez menos respecto a la población mundial. Pero no me preocupa esa estadística. Es la ciencia de unos expertos en estadística que trabajan con computadoras y levantan correlaciones y tabulan bien los datos y correspondientes varianzas. Pero a mí lo que me gustaría saber es si en ese lapso de tiempo  hay más o menos personas que viven su vida y trabajan en paz y justicia para con todos, si hay más personas que en el mundo  se afanan porque haya menos sufrimiento de los enfermos y necesitados de ayuda, si hay más personas que dedican su vida al servicio de los demás o trabajan denodadamente por que haya una más perfecta convivencia; en una palabra, si hay más personas que entienden su vida como una tarea impuesta por quien les ha dado vida. Porque son éstos los que verdaderamente buscan a Dios, los que creen que  la justicia y el amor valen más que todos los intereses por los que se afanan los hombres. Pero, claro está, eso es una estadística ... que solo Dios conoce.

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1
Mar
2017
Los paganos … ¡al infierno!
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Con frecuencia he escuchado a los bienintencionados promotores de misioneros entre paganos justificar que, sin su presencia, son innumerables las almas que se van al infierno; sólo  por la multiplicación de misioneros se evitaría la muchedumbre de paganos que irán irremisiblemente al infierno. Me parece que eso no es justo. En los evangelios nunca se dice tal cosa. Si algo inculcó Jesús fue que la salvación de Dios era también para los paganos; lo contrario de lo que pensaban los judíos que se creían ser el único pueblo salvado. Por desgracia, esto ha sido alimentado con el célebre “fuera de la Iglesia no hay salvación”. Hay que ver los distingos que hay que hacer para hacer aceptable ese adagio teológico. ¡Mejor que no se hubiera pronunciado nunca esa ambigua frase!  Es desconocer los millones de seres paganos que buscan y encuentran a Dios fuera de los caminos de la predicación cristiana. Dios no está atado a nuestras limitaciones en la predicación. Su buena voluntad ya les convierte en buscadores de Dios.

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21
Feb
2017
¿Qué me dices de los agnósticos?
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Está muy extendida la opción que se declara agnóstica respecto a todo lo divino. Yo no entiendo esa postura intelectual. Porque si pretende ante todo ser una afirmación de la supremacía de la persona humana (“el agnosticismo es un humanismo”, como reza uno de sus eslóganes), lo que más dignifica al ser humano es plantearse la existencia de Dios y rastrearlo en la vida. El ápice de la evolución del hombre en siglos es referirse a un ser supremo por encima de su propia realidad. Es un término que nunca llegaron a alcanzar los simios ni los antropoides; a partir de su planteamiento nació la raza humana. Desechar ahora ese planteamiento reduciendo lo humano a lo que está aquí abajo y es visible es renunciar al máximo desarrollo que ha llegado la inteligencia. No entiendo, por consiguiente, que ahora lo progre sea renunciar a esa conquista de la evolución humana. Sería tanto como defender un humanismo del futuro que fuera a-poético, a-cultural, a-científico  o a-místico. ¿O estoy equivocado respecto a lo que quieren decir quienes se proclaman agnósticos?

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7
Ene
2017
¿Se oculta Dios?
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Creemos que buscar el rostro de Dios es un entretenimiento o una libre tarea que nos trazamos a nosotros mismos,  pero es un precepto divino grabado en el corazón de todo hombre. Lo indicó el Salmista: “dice de ti mi corazón: Buscad mi rostro” (Sal 27,8). Es un precepto divino que en las religiones ha tenido variada expresión: consulta a Dios en el santuario;  buscarle donde pueda encontrarse; obrar pensando que está él delante;  actuar como si te viera; concentrarse  y percibir su voz…  Pero el rostro de Dios es la figura de algo inimaginable, una figura totalmente distinta de los mil rostros que podamos ver,  rostro tan singular que es inconfundible con los demás rostros. Ahí está lo singular de esta búsqueda, que no se termina en dar con una persona anteriormente conocida pues el ser de Dios no tiene figura humana. Buscarle no se acaba al dar con alguien que antes habíamos visto sino con alguien que nunca antes habíamos visto. Por eso el salmista reconoce su comportamiento: “Si, busco tu rostro” (v. 8), pero no lo encuentro como un rostro cualquiera. Y lo curioso de  la súplica es:  “No me ocultes tu rostro” (v. 9), acaba diciendo.  A veces, Dios oculta su rostro, pero ¿por qué?  ¿y a quiénes?   

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27
Dic
2016
Para los que buscan a Dios
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Quiero hacer una llamada a todos los que desean emprender una búsqueda de Dios o están ya en ese camino, o lo estuvieron y abandonaron por cualquier causa. Este blog no es una escuela donde alguien nos va a dirigir, ni es asistir a una conferencia de quien ya  sabe de antemano la solución. Es solo el encuentro de quienes sienten necesidad de acompañamiento, charla o amistad con quienes van por el mismo camino. Conversar sobre el Dios existente o inexistente no es conversación habitual ni algo que se efectúa en cualquier tertulia, sino más bien algo que se evita como inapropiado o no correcto políticamente. Lo único que a veces se oye en las entrevistas a personajes es: "Yo soy creyente" o "Yo no soy creyente aunque respeto a todos" o, como he oído decir a un personaje con muchos admiradores: "Yo no creo en Dios; solo creo en mí mismo". Pero conversar sobre por qué creo o no creo en Dios, o quién es Dios para mí, o en qué camino encontré a Dios o me separé de él.... ¡de eso ni hablar!

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