Logo dominicosdominicos

Blog Buscando a Dios

Antonio Osuna Fernández-Largo O.P.

de Antonio Osuna Fernández-Largo O.P.
Sobre el autor

2
Jun
2023

Apartarse de la vida, pero ¿de Dios?

0 comentarios

Hemos leído que en el año 2021 se produjeron en España 16.831 fallecimientos por causas distintas a la enfermedad y de ellos 4.003 fallecimientos correspondían a casos de suicidio. El año siguiente esa cifra se incrementó en un 1,6% y sitúa esta mortalidad como principal causa de muerte externa en nuestro país. El número de suicidios en España ha alcanzado ya la cifra de 4.003 fallecimientos. Y asombra, sobre todo, el aumento de muertes por suicidio en niños de 10 a 14 años, registrándose un total de 22 casos, lo que supone la cifra más elevada en la última década. El suicidio de menores se ha multiplicado por 26; solo en Cataluña se conoce  que han tenido pensamientos suicidas el 43% de los escolares entre 10 a 18 años de edad. Un dato alarmante es el aumento detectado en el número de suicidios en España, alcanzando ya la cifra de 4.003 fallecimientos. Por grupo de edad, llama la atención el aumento de muertes por suicidio en niños/as de 10 a 14 años, registrándose 22 casos, lo que supone la cifra más elevada tanto en relación con el año anterior como en la última década (13 en 2020 y 2 en 2011).

Paralelamente vemos que en la vida política española ha entrado como de callado la aprobación por el Congreso del Proyecto de Ley de Eutanasia sin apenas obtener eco en los medios, como si fuera un hecho sin  interés para la ciudadanía. Como si la mayoría pensara: eso no va conmigo. Y sin embargo a todos nos va algo vital en ello. Tenemos cifras que son escalofriantes.

Por lo general, se trata de un trastorno que invalida la toma de decisiones voluntarias  y personales, cerrando su campo de conciencia a la percepción moral de lo bueno o malo o de males que hacen sufrir de forma intensa, hasta el punto de obnubilar  la mente y ser presa de sentimientos fuertes y negativos, de modo que no se puede controlar la libertad y, por presentarse de manera inadvertida, son difíciles de evitar. Necesitamos del apoyo de algo cercano e íntimo, lo cual no se encuentra con frecuencia.

Los cristianos advertimos que estamos en medio de un mundo en que la depresión y la ansiedad irreprimible, entre otras enfermedades, logran atrapar en un infierno interior y sin salida a algunas personas. Se apodera de ellas una angustia insuperable e invencible.

No creo que siga siendo válida la respuesta  de las leyes antiguas: prohibir el entierro de los suicidas en cementerios católicos  o negar oficios públicos de la comunidad por los suidas. No intentemos legislar sobre la misericordia divina. Ésta es infinita pero la angustia y congoja de las personas es, a veces, irreprimible y avasalladora para un sujeto determinado.

Hace tiempo el Papa Francisco dijo en una visita a propósito de los suicidas: “El suicidio es cerrar la puerta a la salvación, pero soy consciente de que en los suicidios no hay plena libertad. Me ayuda lo que el cura de Ars dijo a una viuda cuyo marido se había suicidado lanzándose del puente al río. Le dijo: `Señora entre el puente y el río hay lugar para la misericordia de Dios`. Creo, en verdad, que la libertad del suicida no es plena y la congoja de su libertad insuperable”.

Los instantes de la misericordia divina son innumerables y Dios usa esos instantes para buscarnos, aunque nosotros nos los sepamos narrar. No lo olvidemos en los momentos de mayor congoja: entre el puente y el río cabe la misericordia de Dios aunque seamos incapaces de explicarlo. No lo olvidemos: la misericordia de Dios nos busca también entre el puente y el rio.

Posterior Anterior


Deja tu comentario

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Logo dominicos dominicos