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El sufrimiento de los inocentes: abrupto escollo para buscar a Dios
2 comentariosHay una gran causa de la increencia y es el sufrimiento de los inocentes: ¿Cómo se explica que un Dios que es Amor no libere a tantos inocentes del sufrimiento injusto que padecen? Son situaciones muy delicadas y que todos hemos conocido. Se trata de dolores físicos causados a personas inocentes, como niños, o víctimas inocentes de guerras, hambre, enfermedades incurables o víctimas de atropellos que dejan tarados para toda la vida, que dejan limitaciones físicas, impedimentos o dependencia. Si hablamos de un Dios Omnipotente, ¿cómo aceptar que no remedie ese sufrimiento del inocente y castigue a su verdadero autor? ¿Cómo aceptar un Dios justo y misericordioso en estos casos?
A mí esto me deja mudo. No sé responder a quien me comparte sus vacilaciones. Reconozco que la Teodicea que estudié me deja desamparado ante la pregunta de por qué tolera Dios una injusticia tan flagrante y no encuentro ninguna explicación convincente a la presencia del mal en el mundo, sobre todo si se habla de un Dios Todopoderoso y que tiene en sus manos todo lo que sucede en el mundo. Si hay alguna explicación, yo no la conozco y no tengo otra postura ante estas situaciones que el silencio. Y si para mí es un enigma, no me imagino lo que será para quien titubea en su fe o para quien por fas o nefas no conoce a Dios. Un teólogo célebre tachaba de “sadismo teológico” el intento de vincular a Dios con el sufrimiento humano. Y en otro leo: ‘el cristiano renunciará a explicar definitivamente el dolor y a mostrar que tiene sentido y es lógico’. Los teólogos que escribieron del horror de los campos de concentración nazis guardaron silencio sobre una explicación de teodicea que intentara armonizar la existencia de Dios con el mal. Jamás se podrá entender el dolor humano y pienso que la única salida es soportarlo desde la fe cristiana. Lo demás es charlatanería y curandería engañosa que ya denunció Job: “¿Me queréis consolar con vaciedades? Vuestras respuestas son puro engaño para mí” (Job 21,34).
¿Por qué son atormentados niños inocentes? ¿Por qué sufren incapacidad las personas que sólo desean ayudar a los demás? El dolor no busca ser entendido sino descartado y es siempre un obstáculo grave al acercarse a Dios, el gran obstáculo de quienes buscan al Dios del Amor. Dios estaría por debajo del nivel ético de cualquier padre con un hijo enfermo o de cualquier madre atada de por vida al cuidado de un hijo discapacitado. Se dice que Romano Guardini, moribundo, decía que en el Juicio Final aprovecharía para preguntar: ¿Por qué razón, Dios mío, el dolor de los inocentes?
Podríamos preguntar: ¿no sería mejor ninguna creación que la creación tal como está, con el dolor formando como una segunda naturaleza? ¡Cuantas personas que sufren maldicen la hora en que nacieron, empezando por el justo Job y continuando hasta nuestros días! Preferiríamos devolver la entrada en este mundo a vivir en él con este espectáculo.
Entonces mi única reflexión personal es una consecuencia de mi fe. El dolor es inexplicable para la razón y lo único que la fe enseña es impedir buscar una explicación. Tener una solución sería el gran pecado de creerse como dioses: si uno tuviera una razón osaría ser como Dios, es decir tener la clave de la creación de los seres humanos. Eso solo está en la mente divina, nunca en las criaturas. Buscar, pues, razones de la creación es pretender sustituir a Dios; es la máxima osadía del orgullo humano.