Jun
Hasta que Colón baje el dedo
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Lo hemos visto siempre en tantas estatuas del descubridor de América. Siempre con el dedo enhiesto e imperturbable señalando el camino a Occidente donde encontrar las Indias. Aquí mismo en la ciudad en la que estoy tenemos a ese imperturbable Colón apuntando siempre al verdadero camino. Pero es que hay muchos que también se pasan la vida señalando la verdadera solución. Lo oigo continuamente en los medios de comunicación social. Personas que afirman impertérritas que se acabarán con las víctimas del machismo el día que ellos suban el poder; personas que piensan que la inseguridad ciudadana acabará cuando ellos tengan el poder; quienes afirman que los juicios disparatados de los jueces se acabará cuando ellos lleguen al poder; otros afirman que la injusticia social se terminará cuando ellos triunfen en las elecciones; quienes afirman que este mundo será una balsa de tranquilidad y paz cuando ellos estén arriba… y así sucesivamente repiten el sonsonete cuantos está impertérritos señalando con el dedo.
Estas personas suelen ignorar que el mal existe siempre en el mundo. Que las cosas que van mal han existido siempre porque toda obra política es siempre un intento de arreglar algo. Hay que ser humilde en ese propósito de arreglo universal de lo que está mal. Y no hay que ser tan optimista en creer que las cosas marcharán siempre a gusto de todos, entre otras razones porque los gustos de todos son infinitamente diferenciados, sobre todo en nuestros días en que “tot capita quot sententiae”.
El arreglo de la vida humana es tarea para rato. Dios mismo quiere arreglar las cosas y lleva siglos sin lograrlo, como lleva siglos tratando de enseñar a los hombres donde está la salvación y sigue sin conseguirlo después de muchos siglos….
Solo los tontos son los que se fijan en el dedo cuando se está apuntando al cielo. Así son muchos de los que nos prometen infinidad de cosas señalándolas con el dedo. Pero ninguno de ellos se pone a trabajar y a cambiar ellos en su vida y por ello hacer presente a lo que se señale y no decir a los demás hacia dónde tendrían que ir. Yo prefiero no señalar con el dedo destinos inalcanzables y sí conseguir cosas día a día.
Buscar a Dios es buscar a quien es el supremo ser tolerante. Lleva siglos tolerando la sinrazón de los hombres, el olvido de sus leyes y soportando el mal del mundo. Es quizá la mayor enseñanza del Dios. La tolerancia y el soportar a todos los que no son como tu voluntad quisiera que fueran. Buscar a Dios es buscar a quien sostiene todo nuestro ser y no buscar a quien solucione lo que nosotros no podemos conseguir, Eso no es buscar a Dios sino buscar alguien que trabaje por nosotros.