Ene
LA FE VERDADERA TAMBIÉN HACE HISTORIA Y NO ES REPETICIÓN CANSINA DE ESTEREOTIPOS
1 comentarios
Nuestros problemas y nuestras experiencias religiosas son algo inédito en la historia de la humanidad. La historia del cristianismo llama a eso la historia de las conversiones. Sí, conversiones, cambios, marcha atrás en la vida, un frenazo radical en nuestro proceso vital. Así ha ocurrido desde la conversión de los apóstoles hasta el último santo de nuestro tiempo. Las biografías tienen que contar con ello. Hay tantas biografías religiosas como creyentes y tantas formas de santidad como rostros humanos.
El encuentro con Dios ha sido muchas veces un caerse de un caballo o un frenar una vida disoluta o un cambiar por completo de ruta en la vida. Así es la vida de muchos fieles de antes y de ahora. Hay que aceptarlo como es. Encontrar a Dios en la vida no siempre es un proceso unívoco y bien planeado sino un sacudón que paraliza el lento fluir de la vida. Así ha sido la historia de muchos encontronazos con Dios. Y esto no se puede negar porque es historia real. Y ya decía Ortega y Gasset que a un hecho histórico no lo fusila nadie.
La experiencia de Dios se diversifica en cada persona, aunque Dios sea siempre lo inefable uno. No se trata de hacer memoria de lo que les pasó a otros en otro tiempo, pues Dios nos quiere en nuestra singularidad más estricta. Así es el amor que es irrepetible. Sí, no hay dos modos iguales de experimentar lo divino, aunque sean iguales la oración, las devociones y los actos religiosos y la misma liturgia. Cuando experimentamos a Dios lo hacemos desde una perspectiva singular y única como somos únicos en la historia y ante Dios que nos ama precisamente en nuestra singularidad, en la idiosincrasia de nuestra ser. No hay memoria de nuestro caso, no le busquemos parecidos. Es como el agua que, aunque fluye siempre, es siempre distinta y por eso no tiene memoria y por ello es siempre limpia, como decía Ramón Gómez de la Serna. La memoria nos inquieta, desazona y persigue. Nuestra dependencia de Dios será siempre algo inédito e irrepetible porque es fruto del amor divino y no hay dos enamoramientos iguales. No busquemos parecidos a nuestra historia de amor de Dios. Nuestra biografía religiosa es siempre distinta. Tosos tenemos una biografía religiosa distinta aunque no la escribamos.